
Le encanta hacer fórmulas magistrales -y se le dan muy bien, por cierto-, y en esa época me tenía de conejillo de Indias... Uno de sus grandes éxitos era un anticelulítico a base de algún tipo de alcohol, creo, porque daba un frío que me moría y olía a alcanfor. El caso es que, para que fuese eficaz, tenía que empapar unas vendas enormes, enrollármelas por todas partes y, hecha una momia, esperar a ver los efectos revolucionarios de su talento.
Todo esto viene a cuento porque me acaba de llegar la información de un nuevo tratamiento a base de vendas que me ha hecho recordar esos viejos (y divertidísimos) tiempos.

Otra de las cosas que me ha hecho recordar tiempos pasados: cuando era pequeña y mi madre me enjuagaba el pelo con vinagre para que estuviera bonito. Me he acordado de esa época porque me ha llegado su equivalente moderno: Phytocidre, un vinagre especial para aclarar el pelo, y volver a tenerlo lleno de brillo y muy suave.
Además, elimina la cal y los residuos que se van quedando en el pelo. Lleva vinagre de sidra, lavanda, tomillo y extracto de hibiscus. Por cierto, es de Phyto y cuesta 12 euros ¡Mañana mismo lo pruebo!
Mi madre también usaba en mi cabeza el vinagre para tener más brillo en el pelo. ¿Os acordaís del "olorcillo" que dejaba??. Jaja. Lo provaré.
ResponderEliminarHola!!!!
EliminarEste huele muchísimo mejor que el que usaban nuestras madres, ya verás!!!!
Besos
Raquel