miércoles, 30 de mayo de 2012

Ejercicio para las que odian hacer ejercicio

Ya he perdido la cuenta de las veces que me he apuntado a un gimnasio y he intentado ponerme algo en forma. He hecho de todo: yoga (lo que más me ha gustado y mejor me ha sentado, con diferencia), pilates, steps, natación, chi kun, aerobic... Además, como muchas veces tengo que escribir sobre fitness y cómo ponerse en forma, me remuerde la conciencia de vez en cuando y trato de ponerme las pilas, pero no hay manera. Lo que si he conseguido es hacerme con unos cuantos trucos para, al menos, intentar tonificar algún que otro músculo de vez en cuando. Son éstos:

- Caminar: Siempre he andado un montón, desde muy pequeña, y lo sigo haciendo. Sobre todo desde que hice una dieta y una de sus bases fundamentales era caminar. Así que todos los días me doy un paseo a paso lo más ligero posible bien por la "ruta del colesterol" que hay cerca de mi casa (un recinto ferial bastante grande, con un circuito por el que se puede caminar muy bien, lleno de personas mayores a las que, lo reconozco, a veces me cuesta adelantar), o bien me bajo un par de paradas antes del metro o del autobús, voy andando entre una presentación y otra... Y los días que, por lo que sea, no puedo salir, me lío a recorrer el pasillo de casa durante media hora (algo es algo)

- Subir las escaleras: Siempre, impepinablemente, aunque vaya cargada con la compra (bueno, si son más de cinco pisos me lo pienso) y por supuesto, las bajo siempre a pie.

- Levantarme para hablar: Nada de coger el teléfono para comentarle algo a mi compañera de cuatro mesas más allá: voy andando. Y, si se trata de ir a por agua a la cocina, a la impresora a por una prueba o similar, intento ir por el camino más largo.

- Mi propia plataforma vibratoria: Cuando voy en el metro o en el autobús nunca me siento, e intento guardar el equilibrio todo lo posible apretando los músculos de las piernas y el glúteo. Sobre todo me gusta ponerme en las zonas de conexión de los vagones de metro -también hay en algunos autobuses grandes) porque allí el movimiento es mayor.

-Abdominales sentada: Todos los días hago unos cuantos abdominales sin moverme de la silla: contraigo la tripa todo lo que puedo y aguanto medio minuto. Otra opción es soltar y contraer rápido, en series de 8 o 10. Lo mismo hago con los glúteos: los contraigo durante medio minuto, suelto, y vuelta a empezar unas cuantas veces.

- Sin "alas de murciélago": Esos "colgajos" que caen de los antebrazos son una pesadilla, así que para evitarlos (o al menos eso creo), cada vez que tengo que llevar una bolsa llevo los brazos medio doblados, en lugar de totalmente caídos, para fortalecerlos un poco.



1 comentario:

  1. Que consejos más útiles Raquel, habrá que ponerse en forma sin sufrir demasiado...

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