Maquillarme es algo imprescindible en mi vida. Es algo que he debido heredar de mi abuela "adoptiva", Carmen, una mujer de las de la "vieja escuela", que en cuanto desayunaba se arreglaba para estar perfectamente visible "por si venían visitas". Vestida, maquillada, peinada y perfumada con su inseparable Chanel nº5, sólo relajó su maquillaje cuando ya era muy mayor, pero nunca le faltó una sombra de ojos azul y un poco de color en los labios.
Y yo no puedo salir de casa sin ir completamente maquillada. Algo que, a veces, se me complica porque me tiro trabajando de una redacción a otra hasta que me dan las tantas. Como eso de ir cargada con un neceser que pese un kilo no es lo mío, recurro a uno de mis básicos imprescindibles de maquillaje: los fijadores. Son productos específicamente formulados para conseguir que el color se fije aún más sobre la piel y aguante el máximo de horas posible.
Uno de los que más me gusta es el Fix Make Up de Clarins (24,50 euros), una bruma muy ligera que se aplica una vez que has terminado con la mano de "capa y pintura" y que no dejo de ponerme todos los días.
Mi último descubrimiento son las bases fijadoras para las sombras de ojos. Hay varias marcas que las han lanzado (Kanebo, Too Faced, Make Up for Ever y, por supuesto, Clarins) y me he hecho adicta a ellos. Tienen la ventaja de que te aseguras de que la sombra te va a aguantar perfectamente todo el día, y sobre todo me parecen imprescindibles si quieres llevar un maquillaje algo más elaborado, como un ahumado intenso para la noche ¡Probadlos y me diréis!
Me vuelven loca los perfumes, me apasiona el maquillaje y no puedo resistirme a probar todas las cremas que caen en mis manos. Además, tengo la buena suerte de trabajar como periodista de belleza. He creado este blog para comentarte mis descubrimientos, compartir contigo los trucos que conozco y, sobre todo, contarte cómo es el día a día en el universo "beauty".
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