
Pero además han querido cambiar el ambiente clásico de un Spa, haciéndolo algo mas social, de forma que te puedes tomar un zumo, un té o incluso una copita de cava entre masaje y masaje, o mientras charlas con tu pareja, tus amigos o las otras personas que están en el Spa.
Y en algunas de las conversaciones que han surgido en este ambiente ha habido una que me ha dado qué pensar: lo mal que lo pasan muchas personas cuando van a recibir un masaje, sobre todo si es corporal. Tengo una amiga a la que le espanta la idea de ir a darse uno y, por más que he intentado convencerla de que algún día vayamos juntas a que lo pruebe, no lo he conseguido (aunque a testaruda no me gana y la terminaré llevando).
De hecho, tengo que reconocer que las primeras veces que fui a darme uno, me resultaba bastante violento. Sobre todo, lo paso fatal cuando llega el momento de que me toquen los pies: me daban ganas de esconderlos o de salir corriendo... Manías... Hay muchas razones que hacen que pase esto: la vergüenza de quedarte desnuda delante de alguien que no conoces; que invadan tu “espacio vital” o que te toqueteen por todas partes...

Sin duda uno de los momentos más complicados es el estar tumbada en la camilla. A mi me funciona intentar no pensar en nada, ir relajando poco a poco los músculos y concentrarme en lo que me están haciendo y lo que voy notando. Por ejemplo, como van exfoliando, si me han localizado una de las “golosas” contracturas que tengo en los hombros de tanto darle al ratón o como las piernas parecen más ligeras. Es verdad que las primeras veces cuesta un poco pero realmente compensa disfrutarlos.
Dedicarse una horita, de vez en cuando, a una misma, es un tiempo (y un dinero) muy bien invertido, que no solo ayuda a mejorar el aspecto y el bienestar del cuerpo, sino que hace que se eleve el ánimo, te ayuda a desconectar y a pensar tranquilamente, sin interrupciones. Y, sobre todo, porque de vez en cuando sienta fenomenal dejar que otra persona te cuide y te mime por un rato ¿O no..?
Para mi, no hay mayor placer que dejar que unas manos bien entrenadas acaricien mi piel para hidratarla, que una dígito presión certera alivie mis bolas en el cuello y los hombros o que me sobeteen en cráneo en puntos que me recuerdan que mi cabeza también tiene músculos.... A mi me chifla dejarme llevar por la danza de un masaje bien dado....tengo la sensación de que además del cuerpo, me acarician el alma....y el RA, casi he tocado el cielo.
ResponderEliminarItzi.S
Hola, Itzi!!!!
ResponderEliminarQue ilusion que hayas echado un vistazo a mi blog! Siempre es un placer leerte y coincido contigo ¡has hecho una descripción perfecta del masaje ideal!
besos
Raquel
¿Y para cuando otro bonito post? Esto mas que un diario, parece un semanal...o mensual? Y se que no es por que no tienes nada que contar. Me gusta tu idea....abónala....échanos de comer a las depredadoras cosméticas.....
ResponderEliminarItzipetadarda con amor
Que raro, desde ese post he publicado otros cuatro más ¿no tejan llegado....?
EliminarHola!!!!!
ResponderEliminaray, mi idea es empezar tres días a la semana (lunes, miércoles y viernes) pero intentaré sacar más ¡gracias por seguirme!!
besos
Raquel