El otro día fui a un taller de cejas y pestañas de Tweezerman y me dieron varios trucos que me parecieron muy interesantes y espero que os gusten también a vosotras.
Uno de ellos es sobre cómo utilizar el rizador. La verdad es que al principio da un poco de "cosa" acercar tanto ese aparato al ojo, y enganchar las pestañas en el, pero luego no es para tanto, y los resultados compensan. La clave está en elegir, por supuesto, uno de calidad, con los bordes reforzados y protegidos para que no partan las pestañas, y con un buen sistema de pinzas que permita manejarlo cómodamente. Una vez que ya has pillado las pestañas, hay que esperar unos segundos -con que cuentes hasta 10 es suficiente- y soltar. Si quieres que parezcan aún más rizadas, sólo hay que repetir la operación. Y para un efecto más sofisticado, lo mejor es aplicarlo en las puntas, para que se alcen bien.
El siguiente paso, lógicamente, consiste en aplicar la máscara de pestañas. Llegadas a este punto, hay un artilugio también muy interesante y que vale la pena descubrir: los peines de pestañas (el de Tweezerman cuesta 9,50 euros). Están especialmente diseñados para separarlas una a una, con lo que consigues aún más definición y que queden más marcadas. El truco está en pasarlo inmediatamente después de aplicar la máscara, para que se deslice bien por cada pestaña. Así, además, consigues eliminar cualquier pequeño grumo que pueda haber quedado.
Otra cosa que he descubierto estos días es una máscara especial para las pestañas de abajo que ha lanzado Clinique. Tiene un aplicador mucho más corto de lo habitual, con lo que resulta mucho más fácil y cómodo trabajar bien las pestañas inferiores, que muchas veces quedan algo "desnudas", especialmente si tienes las pestañas claras, como me pasa a mi. También es perfecto para llegar a las del borde exterior del párpado superior.
Si te da pereza andar con tanto trasto por casa, hay tratamientos de belleza específicos para las pestañas. Por ejemplo, en Jass &Co (93 611 09 41) tienes desde extensiones, para solicionar el problema de tenerlas poco pobladas o para conseguir algo más de volumen; el tinte, para las rubias o pelirrojas o la permanente que, como su nombre indica, sirve para lograr que estén más curvadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario