Una de las razones de ser de la cirugía estética es el resolver o corregir algún defecto físico que afecta negativamente a la vida de una persona haciendo que se sienta insegura e infeliz. Pasar por el quirófano puede ayudar a acusar con ese problema y devolver la autoestima; en suma, dar un nuevo giro a la vida.
Normalmente la cirugía estética se asocia con arreglos en la nariz, el pecho, las arrugas, la celulitis...
La verdad es que no hay prácticamente ninguna parte del cuerpo que no pueda mejorar.
Y cuando digo ninguna, es ninguna. Incluso los órganos genitales se pueden mejorar o corregir: es la cirugía
Íntima. Puede resultar algo chocante, pero esta rama de la cirugía estética, aún poco conocida, está experimentando un gran auge en los últimos ańos, especialmente en el caso de las mujeres y a la que se apuntan cada vez más hombres.
Según el Dr. Carlos J. Cano, de la Unidad de Cirugía Estética de la Clínica Sveltia (de donde he tomado prestada la foto, por cierto), hay una demanda creciente de este tipo de intervenciones "porque suele relacionarse con incomodidad a nivel social y de relación de pareja. Antes se trataba menos por la vergüenza de comentar el tema a los médicos y por desconocimiento de algo que puede tener fácil solución".
No se trata sólo, como puede parecer a simple vista, de reconstruir un himen para una noche de bodas o para recordar un momento especial en un aniversario, que también, sino que va mucho mas allá. Por ejemplo, unos labios menores excesivamente grandes (algo que puede deberse a muchos factores, desde los genéticos a los cambios hormonales o los partos), puede hacer que algo tan habitual como llevar unos pantalones vaqueros resulte muy incómodo, e incluso llegar a ser doloroso por el roce de la tela; o que ir a la playa sea una tortura, ante la posibilidad de que sobresalgan un poco de la ropa de baño.
De hecho, la labioplastia, que es el nombre que recibe la intervención en la que se reduce el tamaño de unos labios menores algo grandes o asimétricos, es la más demandada entre las mujeres. La operación es relativamente sencilla (hay que tener en cuenta siempre que se trata de una intervención quirúrgica que comporta unos riesgos, pero que en manos de un buen equipo médico no tiene por qué dar problemas), ya que se realiza con anestesia local, es ambulatoria y luego sólo queda una cicatriz casi invisible. Además de recuperar una vida más cómoda, tiene el valor añadido de que la zona se "rejuvenece".
Un problema similar es el de tener un clítoris algo más desarrollado o estar colocado en una mala posición, con lo que de nuevo pueden surgir molestias con el roce de la ropa, al hacer ejercicio y, por supuesto, complicar las relaciones íntimas. La operación también es muy sencilla, y permite volver a llevar una vida normal rápidamente.
Lo mismo se consigue con otra intervención muy especializada y que, en muchas ocasiones, se realiza a la vez que las anteriores: la liposucción del Monte de Venus. En este caso se extrae el pequeño exceso de grasa que puede haberse acumulado en la zona, estilizándolo y afinándolo de nuevo. Otra de las opciones para mejorar esta zona es el llamado "lifting de pubis", que consiste en eliminar el exceso de piel que puede rodear la zona, debido a cambios de peso, el paso de los años o como efecto secundario de una abdominoplastia.
También hay técnicas específicas para ellos, os la cuento en otro post.
Me vuelven loca los perfumes, me apasiona el maquillaje y no puedo resistirme a probar todas las cremas que caen en mis manos. Además, tengo la buena suerte de trabajar como periodista de belleza. He creado este blog para comentarte mis descubrimientos, compartir contigo los trucos que conozco y, sobre todo, contarte cómo es el día a día en el universo "beauty".
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