Una de las cosas que más me fascina del mundo de la belleza es lo que yo llamo los "Jardines Secretos". Se trata de las plantaciones que tienen muchas marcas y en las que cultivan las flores, los árboles o las especias que necesitan para fabricar sus productos.
Hoy quiero hablar de una que me parece muy especial, por muchas cosas. Se trata del "Proyecto Vohimana", de Chanel. Vohimana es un bosque húmedo de Madagascar. Esta isla es un auténtico vergel, ya que tiene cientos de especies únicas en el mundo, pero a causa de las costumbres de sus habitantes (acostumbran a quemar el bosque para plantar sus cosechas), se estaba empezando a perder toda esa riqueza.
Hace 10 años, Chanel empezó a estudiar las especies endémicas de la isla y se dio cuenta del peligro que corrían. Por eso, decidió colaborar con una ONG local para trabajar con la población local y ayudarles a recuperar sus bosques, a mejorar su calidad de vida y a encontrar un nuevo modo de vida. En este tiempo, no solo se ha recuperado gran parte de ese bosque perdido, sino que han puesto en marcha una "Casa para Mujeres", donde pueden ir a hablar, a aprender a hace trabajos artesanales, etc. Y también les ayuda a llevar a sus hijos al colegio.
A la vez, Chanel contó con la ayuda de los chamanes malgaches para ir descubriendo las propiedades de las plantas que hay en la isla. Y así descubrieron una muy especial: El jengibre azul. Es una planta que se utiliza en la medicina tradicional de China y la India desde hace casi dos mil años, ya que es, entre otras cosas, antioxidante, antiséptica y estimulante.
Pero el que nace aquí es aun más potente porque no sólo ha tenido que adaptarse a un nuevo ambiente, sino que ha tenido que luchar contra unas condiciones ambientales muy adversas. Por eso, sus propiedades se han multiplicado e intensificado y es mismo lo hace muy interesante para su uso en productos cosméticos (de hecho, es el nuevo ingrediente que incorpora la renovada línea Hydra Beauty)
Para conseguir el jengibre azul, Chanel está apoyando la puesta en marcha de plantaciones, que en la inmensa mayoría de los casos están a cargo de mujeres. Esto les permite tener unas ganancias aseguradas, poder ofrecer unas mejores condiciones de vida a sus hijos y, a la vez, evita que se siga quemando el bosque original.
Además, todo el proceso que se sigue para conseguir el extracto puro del jengibre azul se realiza íntegramente en la isla, y a cargo de los malgaches, lo que de nuevo permite crean nuevos puestos de trabajo ligados a la naturaleza y a la conservación del entorno.
Otra de las cosas que me llamó más la atención es que, evidentemente, para reforestar un bosque hace falta crear viveros donde hacer brotar las primeras plantas. Pero eso podría implicar inundar la isla de macetas de plástico, algo poco consecuente con todo el proyecto. Así que los expertos de Chanel se pusieron a investigar y, al final, dieron con la fórmula para crear unas macetas hechas a base de residuos vegetales, totalmente biodegradables y muy fáciles de fabricar. De hecho, se hacen con una sencilla prensa manual muy fácil de manejar
¿No sería fantástico que se utilizaran también estas macetas en las ciudades, cuando van a trasplantar flores, como pasa ahora en primavera....?
Me vuelven loca los perfumes, me apasiona el maquillaje y no puedo resistirme a probar todas las cremas que caen en mis manos. Además, tengo la buena suerte de trabajar como periodista de belleza. He creado este blog para comentarte mis descubrimientos, compartir contigo los trucos que conozco y, sobre todo, contarte cómo es el día a día en el universo "beauty".
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Todas las empresas de cosmetica tendrian que hacer cosas parecidas. Besos
ResponderEliminarMari Luz
Muchas de ellas lo hacen, ya lo iré contando poco a poco... besotes
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