Tengo un pelo super fino, lacio y que no crece (bueno, y que me corto con bastante frecuencia, la verdad...) El caso es que me he propuesto lograr que me llegue más allá de los hombros, para ver qué se siente llevando una coleta alta.
Para conseguirlo, además de esquivar la tentación de pedir cita en la pelu para que le den un nuevo tajo a mi escasa melena cada dos por tres, he decidido aliarme con una de las tendencias en alza en el mundo de la belleza, y que cada vez tiene más seguidoras: los nutricosméticos.
Se basan en la teoría de que, para tener buena imagen, es tan importante cuidarse por dentro como por fuera. Así que desarrollan pastillas que ayudan a mejorar algún aspecto concreto. En mi caso, el pelo.
Hace ya casi dos meses empecé a probar uno de los clásicos: Innèov Masa Capilar (cuesta unos 30 euros las dos cajas). Está desarrollado a la vez por L'Oréal (uno de los grupos más potentes del mundo en temas de belleza en general y de cabello en particular) y Nestlé. Así que iba sobre seguro.
Los resultados: impactantes. El pelo me ha empezado a crecer más deprisa, lo noto más denso (mi mini-goma elástica ya da dos vueltas y media para recogerlo en ver de cuatro como siempre...) y más luminoso. Pero lo más espectacular ha sido cómo han cambiado mis uñas. Las llevo siempre medio largas (escribir con garras de pantera es de lo más incómodo que hay, sobre todo si tienes un teclado antiguo como los que me encuentro en alguna de las redacciones a las que voy a editar, de esos que tienes que apretar un botón que sobresale como si fuera el Everest..) y a los tres o cuatro días de arreglármelas tengo que darles un repasillo con la lima.
Este tipo de tratamientos hay que mantenerlos durante unos tres meses, así que me queda otro más, pero por ahora estoy muy contenta con los resultados. "Descansaré" un mes y luego tengo previsto probar otros nuevos, a ver que tal: Oenobiol, que también lleva tiempo en el mercado, y otros dos que acaban de sacar.
Uno de ellos es este Complexe Fortifiant de Frank Provost (23 euros), que está formulado específicamente no solo para ayudar al pelo a crecer sino que contrarresta los efectos del estrés, la mala alimentación y los cambios hormonales en el pelo. Lleva, entre otros ingredientes, ácidos omega 3 y 6 y coenzima Q10, con propiedades antioxidantes.
Oenobiol
Y el último del que os quiero hablar se llama Viviscal (49,95 euros). Me lo presentaron hace un par de días; se vende en 25 países de todo el mundo y tiene una historia curiosa, de esas que gustan a mí. Lo llaman "el secreto de los esquimales", porque este pueblo tiene fama por tener un pelo increíblemente bonito, denso y fuerte. El primero en darse cuenta de esta características fue un misionero luterano noruego, Hans Egede, que estuvo conviviendo con ellos allá por el siglo XVIII, y fue el primero en escribir sobre su cabello. Un siglo más tarde, un capitán de barco apellidado Barry también hizo referencia a sus melenas negras, tupidas y brillantes.
El secreto se descubrió el siglo pasado: la clave está en su alimentación, con muchas proteínas animales procedentes del pescado. Y ya a finales del la década de los 90, un profesor de la Universidad de Helsinki consiguió hacer un concentrado de la dieta esquimal que sirviera para cuidar y nutrir el cabello débil. Lo llamó Aminomar C, y es la clave de su fórmula, que lleva también vitamina C y extracto de cola de caballo, para revitalizar.
¡Ya os iré contando cómo va mi melena!!!
Me vuelven loca los perfumes, me apasiona el maquillaje y no puedo resistirme a probar todas las cremas que caen en mis manos. Además, tengo la buena suerte de trabajar como periodista de belleza. He creado este blog para comentarte mis descubrimientos, compartir contigo los trucos que conozco y, sobre todo, contarte cómo es el día a día en el universo "beauty".
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