Mi pelo no creció más fuerte, ni mucho menos, pero esos olores se quedaron grabados en mi memoria como unos de los más agradables de mi infancia. Y el otro día, paseando por la calle de Lagasca, volvieron a mi con fuerza al tropezar con Blackstone, una peluquería exclusivamente masculina que recupera el espíritu de las barberías de toda la vida rodeándolo de un ambiente elegante, un servicio excelente y unos productos de primera línea.
Tienen diferentes servicios de peluquería, siempre acompañados de masaje capilar, con precios bastante interesantes (por ejemplo, el peinado Business cuesta 16 euros y tardan 15 minutos en hacerlo); servicios de barbería clásica, con afeitado a navaja y toallas calientes en la cara para ablandar el pelo (el más rápido dura unos 25 minutos y cuesta 18 euros); manicura, pedicura, depilación, masajes... Todo con un estilo muy masculino y con un toque sofisticado que seguro que hace que los clientes se sientan, durante el rato que están allí, como James Bond antes de salir a salvar el mundo.
Un detalle que me encantó: tienen un cuenco enorme lleno de brochas de afeitar, de esas del mango de madera y cerdas naturales. No me pude resistir y les pregunté si me podía llevar una. Ahora está presidiendo una de las estanterías de mi cuarto de baño...
No hay comentarios:
Publicar un comentario