lunes, 11 de abril de 2011

La primavera, tu piel altera


Pasar del frío invierno al sol, la luz y el calor de la primavera es todo un placer pero también supone todo un reto para la piel. Tras meses de oscuridad, viento, lluvia y nieve es fácil que tu cutis esté mucho más seco de lo habitual e incluso puede que áspero y tirante en algunas zonas.

Otro de los grandes problemas que puedes notar es que tu piel está más reactiva y sensible de lo normal y que le cueste asimilar bien incluso tu tratamiento habitual.

Para poder adaptarte con éxito a este cambio de estación hay varias cosas que debes tener en cuenta. El primer paso debe ser hacer una ligera exfoliación para eliminar la capa de células muertas que cubren la piel, y repararla para la nueva temporada. Busca una fórmula suave y poco abrasiva, y utilízala un par de veces a la semana al principio.

Otro aspecto importante al que tienes que prestar atención durante estos días es a la limpieza y desmaquillado habitual. Debes seguir haciéndolo mañana y noche, como siempre. Pero si notas la piel más sensible, sustituye tu limpiadora habitual por un agua miscelar. Se trata de fórmulas hiper delicadas pero muy eficaces a la vez, capaces de eliminar toda la suciedad, los restos de polución y el maquillaje de la piel sin agredirla.

Pasamos ahora a las cremas. Desde la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV) recomiendan las fórmulas que llevan ingredientes como la glicerina, la urea o el lactato sódico, ya que tienen una enorme capacidad para atraer el agua hacia el interior de la piel. Otro ingrediente fantástico, y del que cada vez se descubren más aplicaciones interesantes, es el ácido hialurónico. Está presente de forma natural en nuestra piel y su mayor virtud es su enorme capacidad para almacenar agua e ir aportándola a las células cuando la necesitan.

Si durante estos meses has estado utilizando un tratamiento con textura en crema, quizá ha llegado el momento de que la sustituyas por fórmulas más ligeras, como los fluidos, ya que aportan un plus de frescor que resulta muy agradable en esta época y se absorben más rápidamente.

Pero no sólo tu cutis necesita cuidados: el cuello y el escote también. Y casi más que la cara. Al fin y al cabo, los vas a desnudar después de meses y más meses cubiertos de cuellos altos, bufandas y fulares, y tienen que prepararse para el impacto de volver a estar al aire libre. Además de insistir especialmente en ellos cuando te apliques la crema hidratante, no viene mal que les prestes un poco más de atención con algún producto específico para esta zona.

Otro consejo más: impresdincible la protección solar. Los rayos ultravioleta desencadenan la acción de los radicales libres, atacan la fibras de colágeno y elastina, desencadenan la producción de melanina... En resumen, pueden provocar un completo desastre en tu piel si no tienes cuidado. Las consecuencias: arrugas, manchas, flacidez, descolgamiento... La solución no puede ser más sencilla: buscar fórmulas hidratantes que incluyan un SPF como mínimo de 15. Si, además, está enriquecida con vitaminas antioxidantes como la A, B, C y E, mejor que mejor.


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