martes, 31 de mayo de 2011

Sol y mar


Mar y sol. Los dos grandes mundos que se unen en Marruecos, el desierto y el Mediterráneo, eran dos de las pasiones de Yves Saint Laurent. Allí se refugiaba, descansaba, se inundaba de energía y desconectaba de todo. Esta parte tan íntima del creador se ha querido reflejar en el nuevo perfume de la casa, Saharienne. Su nombre no es nada casual: está inspirado en una de las prendas míticas que YSL creó en 1968, la sahariana.

El perfume en sí es suave, fresco y ligero, ya que quiere reflejar los efluvios del Mediterráneo. ¿Cómo lo consigue? Con un toque de limón y champagne, como si se tratase de un sorbete. Pero a la vez tiene una toque cálido y empolvado, que habla de la brisa del desierto.

Como ocurre con todos los perfumes, cambia según la persona que lo lleva. Pero, en este caso, el efecto es aún más marcado. Por ejemplo, a mí me huele -o eso creo-sobre todo a jazmín, mientras que en otras personas se notan mucho más las notas de pino o de cítricos.
Otra de las cosas que me encantan de esta fragancia es que, en apariencia, es tan leve como un agua de colonia: te puedes poner toda la que quieras, porque no resulta nada pesada. Pero, a la vez, es persistente y duradera, lo que la vuelve más parecida a un eau de parfum. Imprescindible para mi verano.

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