El perfume del monstruo

Ha es oficial: Lady Gaga tiene su propio perfume. Y se llama Fame.

Su presentación en sociedad ha sido complicada, la verdad. Tanto, que la invitación para la presentación nos llegó apenas dos días antes, pidiéndonos que guardársemos el secreto. Y antes de comenzar el acto en si tuvimos que firmar un documento en el que nos comprometíamos a no hablar del tema (públicamente) hasta el 2 de julio. La verdad que es es algo bastante poco frecuente, aunque no excepcional y que choca especialmente en estos momentos en que la información corre que se las pela. Pero como lo prometido es deuda, he guardado un respetuoso silencio hasta hoy.

Imagino los días de agobio que han debido pasar Adolfo y María, de Globally, la agencia que se encargó de organizarlo todo, contando las horas y cruzando hasta los deditos de los pies para que nadie se fuera de la lengua antes de lo previsto.

Bueno, y ahora vamos al lío. En los corrillos que se formaron antes de que comenzara la presentación, además de comentar el secretismo del momento, había un tema recurrente: Si era verdad o no que el perfume olía a sangre y semen. Si, tal cual lo lees: sangre y semen.

Bueno, pues no. Está inspirado en las lágrimas de belladona. Cuenta la leyenda que la belladona era una planta mortal que el diablo entregaba a las mujeres atormentadas (imagino que se le acabó el stock...) allá por el siglo XVIII. Según Richard Herpin, Honorine Blanc y Nathalie Lorson, los "narices" que han creado la fragancia, las lágrimas de belladona huelen a una mezcla de incienso, albaricoque, azafrán, peonia, orquídea atigrada y miel. Curioso.

Otra de las cosas llamativas de este perfume es su color: Negro. Completamente negro. Para lograrlo, se han basado en una tecnología que se llama Black-to-Clear, que permite que este líquido oscuro, al entrar en contacto con el aire, se vuelva transparente. Así que tranquilas porque no dejará manchas en la ropa.

En cuanto al frasco, es de cristal transparente, ovalado, y con un tapón dorado que quiere imitar a la garra de un monstruo (a mi me recuerda a la garra de un dragón). El precio: Aun estoy esperando que me lo confirmen, pero en cuanto me entere, os digo.