miércoles, 7 de noviembre de 2012

Arte y belleza, o belleza y arte

Unir las más diversas disciplinas del arte con la belleza parece ser una tendencia totalmente en alza, lo que es una verdadera delicia. Os traigo dos ejemplos.

Ayer estuve en la presentación de una nueva marca española de perfumes nicho: Scent of Canvas. Su creadora, Béatrice Aguilar, una mujer apasionada por los olores y con una larga trayectoria profesional en este universo, decidió crear su propia línea. Pero para ello tenía que encontrar un hilo conductor, una historia que contar. Primero pensó en la música, su otra gran pasión, pero le pareció difícil ligar los dos conceptos. Y, al final, dio con la clave: la pintura. Así nacieron cinco perfumes únicos, elaborados con los ingredientes más puros y sofisticados, de la mano de ella y de otros grandes perfumistas internacionales.

El segundo paso consistió en presentar cada uno de estos perfumes a un pintor. Cada uno de ellos realizó una obra de arte inspirada en el olor de ese perfume y le dio nombre: el de un color. María Coluccelli llamó Rose Ópera al suyo, creado por Jordi Fernández a base de bergamota, rosa búlgara y pachuli; su cuadro recuerda a una anémona o una amapola. También Jordi fue el autor de Noir de Mars, masculino, y con una nota exquisita: La madera de oud, una de las que más está ganando adeptos en el mundo de la perfumería más selecta. Para plasmar su fuerza y complejidad, Trullás, el pintor que lo interpretó, eligió el no color: El negro.

Ocre Doré, de Shyamala Maisondieu, tiene entre sus notas la exquisita trufa blanca, que recuerda a la humedad de un bosque, y Mariona Esteba lo ha representado a base de tonos amarillos, anaranjados y marrones. La calidez del cuero al que huele Brun Sicilien, de Alexandra Kosinski, fue lo que más llamó la atención de Tano Pisano, y por eso lo representó con las formas de un caballo. Por último, la propia Béatrice dio forma a Blanc de Paris, fresco, alegre, y muy fácil de llevar. Su intérprete fue María Torrontegui, quien dibujó un ramo de flores de algodón para acompañarlo.

Pero aún hay más: además de ir en un rotundo frasco de cristal, los perfumes de Scent of Canvas se presentan en unas cajas que son auténticas obras de arte por si mismas, ya que cada una de ellas es un aguafuerte, firmado y numerado por cada pintor, que se pueden desplegar y enmarcar ¡arte por partida doble! Y lo mejor, un precio de lo más interesante: 110 euros.


El otro nos lleva un poco más lejos: a París, y más en concreto al Palais de Tokio. Allí se ha puesto en marcha una exposición dedicada a Frabrice Hyber, un artista muy innovador, con una obra muy especial: 1mde Belleza. Se trata, como su propio nombre indica, de un metro cúbico realizado con la barra de labios Rouge Pur Couture nº 1 de Yves Saint Laurent. Esta llamativa obra no impacta sólo por su forma y por el color, sino por un pequeño detalle añadido que no pasa desapercibido: el olor característico de esta barra de labios, que inunda la sala en la que está expuesta.

Un original homenaje a la casa francesa, ya que a lo largo de toda su historia siempre estuvo ligada a las obras de artistas como Warhol, Mondrian, Matisse o Picasso.


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